
Historia de Chile: La Guerra del PacÃfico.
La constitución de 1833
Después de largos debates, en los cuales sobresalieron el conservador Mariano Egaña y el proliberal Manuel José Gandarillas, la asamblea decidió someter a discusión el proyecto presentado por el primero, no sin dejar de considerar los aportes de Gandarillas. Aunque la comisión redactora estaba integrada por siete miembros, es tradicional atribuir la autorÃa a Egaña, quien compartÃa con Portales la idea de entregar al Presidente de la República el máximo de poder, razón por la cual se ha calificado esta Constitución como autoritaria.
Finalmente, y con algunas modificaciones, el proyecto se transformó en ley y fue promulgado el 25 de mayo de 1833. En el correspondiente decreto, Prieto, dirigiéndose a los chilenos, alababa la labor de los redactores y señalaba el objetivo que se pretendÃa lograr con el nuevo texto. Los redactores, decÃa, ´no han tenido presente más que vuestros intereses; y por esto, su único objeto ha sido dar a la administración reglas adecuadas a vuestras circunstancias. Despreciando teorÃas tan alucinadoras como impracticables, sólo han fijado su atención en los medios de asegurar para siempre el orden y tranquilidad pública contra los riesgos de los vaivenes de partidos a que han estado expuestos. La reforma no es más que el modo de poner fin a las revoluciones y disturbios, a que daba origen el desarreglo del sistema polÃtico en que nos colocó el triunfo de la independencia´.
La nueva carta fundamental precisó que Chile serÃa una república unitaria, alejando asà cualquier intento por establecer el sistema federal de gobierno. Asimismo, reconocÃa a la religión católica, apostólica y romana como oficial del Estado de Chile, prohibiendo el ejercicio público de cualquier otra.
EstablecÃa con claridad los requisitos para gozar de la nacionalidad chilena, como también para ejercer la ciudadanÃa. Solo podÃan votar los varones (las mujeres estaban excluidas de este derecho) mayores de edad que, sabiendo leer y escribir, tuviesen una determinada renta o patrimonio material, que se determinarÃa en una ley, consagrando asà el llamado voto censitario, el que ya habÃa figurado en anteriores textos constitucionales chilenos. Con esta disposición, el ejercicio del sufragio quedaba restringido a los grupos más altos de la sociedad. Se consideraba mayores de edad a los hombres casados mayores de 21 años y a los solteros de más de 25 años.
El Poder Ejecutivo representaba la autoridad suprema del paÃs. Estaba dotado de una gran autoridad e injerencia en los más diversos aspectos de la labor estatal. Nombraba y removÃa a altos funcionarios y oficiales públicos; gozaba del derecho a solicitar la entrega temporal de facultades extraordinarias, lo cual permitÃa al Ejecutivo dictar leyes y decretar estado de sitio, suspendiéndose en este caso el ejercicio de las libertades públicas, por grave conmoción interna o externa del paÃs.
El mandatario era, además, generalÃsimo de las Fuerzas Armadas; nombraba a los jueces Tribunal Supremo de Justicia y ejercÃa el derecho de patronato, proponiendo al papa el nombre de obispos y arzobispos.
Además, mientras ejerciera el poder era polÃticamente irresponsable de los actos de su administración, recayendo toda responsabilidad en los ministros de Estado, que eran de su exclusiva confianza.
El Poder Legislativo era bicameral (una cámara de senadores y otra de diputados). Su comportamiento público era cautelado por la llamada Comisión Conservadora. Los honorables ejercÃan su cargo sin goce de sueldo (dieta parlamentaria) y entre sus atribuciones se contaba la de aprobar la cuenta de inversión de fondos públicos, realizar el escrutinio de la elección presidencial (que era indirecta), conceder el desafuero de sus pares, autorizar al Ejecutivo a usar de facultades extraordinarias, prestar su acuerdo para la declaración de estado de sitio y una serie de materias más que solo podÃan regularse a través de leyes, es decir, con el acuerdo del Congreso (imposición de contribuciones, fijar los gastos de la administración pública, establecer el número de miembros de las Fuerzas Armadas, contraer deudas, alterar la organización polÃtico-territorial, crear o suprimir empleos públicos, y conceder indultos generales o amnistÃas, entre otras).
Además, tenÃa la facultad de autorizar o rechazar las Leyes Periódicas, que todos los años aprobaban el presupuesto nacional, el cobro de impuestos y contribuciones y la dotación de las Fuerzas Armadas. Estas últimas constituÃan un mecanismo neutralizador del poder omnipotente del Presidente de la República, por cuanto el paÃs no podrÃa funcionar sin estas leyes, a las que, como a las demás, se aplicaba en su tramitación lo dispuesto en el artÃculo 42, el que establecÃa que la materia de un proyecto rechazado no podrÃa volver a discutirse hasta un año después.
En cuanto al Poder Judicial, estaba encabezado por el Tribunal Supremo de Justicia, cuyos integrantes eran nombrados por el presidente a proposición del Consejo de Estado - organismo asesor nombrado por aquel-, y se garantizaba su autonomÃa. Sin embargo, la gravitación del Ejecutivo en el Poder Judicial fue indiscutible.

Las causas de la Guerra del PacÃfico
Muchas veces hemos oÃdo hablar de esta guerra, y sobre todo del Combate Naval de Iquique, uno de los...

La campaña de Tarapacá
El 2 de noviembre de 1879, 16 buques y transportes de guerra desembarcaron en Pisagua a diez mil hom...
Los tratados de paz
El Tratado de Ancón Este tratado se firmó entre Chile y Perú en 1883, y uno de sus aspectos más i...
Comienza la guerra
La Guerra del PacÃÂfico tuvo distintos escenarios. El más importante fue el mar, en este caso el Océano PacÃÂfico, que bañaba las costas de la zona en disputa. El enfrentamiento era muy desigual, ya que nuestro paÃÂs contaba con una población de dos millones y medio de habitantes y un ejérc...
Campaña de la Sierra
La Campaña de la Sierra es la última y más larga etapa de la Guerra del PacÃÂfico, y su nombre tiene relación con la sierra peruana, ya que desde abril de 1881 hasta junio de 1884, un grupo de batallones chilenos combatió fuertemente en las altas mesetas de la sierra de ese paÃÂs contra las fue...
La campaña de Tarapacá
El 2 de noviembre de 1879, 16 buques y transportes de guerra desembarcaron en Pisagua a diez mil hombres, al mando del general Erasmo Escala y acompañado por el ministro de guerra en Campaña, Rafael S...
Consecuencias de la guerra
En Chile Durante el transcurso de la Guerra del PacÃfico, el progreso de Chile no se vio interrumpido; por el contrario, la guerra estimuló el desarrollo de la economÃa industrial, lo que contribuy...