

Historia de Chile: Cuarto periodo: El siglo XX: la búsqueda del desarrollo económico y de justicia social (1920 en adelante).
Carlos Ibáñez Y Arturo Alessandri Palma.
Una vez que Arturo Alessandri Palma obtuvo la aprobación de la nueva constitución, se vio enfrascado en una agria polémica con su entonces popular ministro de defensa, el coronel Carlos Ibáñez del Campo. Alessandri habÃa vuelto del exilio con el fin de dar término a su perÃodo presidencial. La reforma de la constitución lo habÃa convencido de la necesidad de presentar un candidato único a la presidencia de la república. Pese a lo anterior, las ambiciones personales de Ibáñez pesaron, y él – en contra de la opinión de su presidente- apoyó un manifiesto de varios partidos polÃticos que apoyaba su propia candidatura. Ante estos hechos, y dado que parecÃa una candidatura oficial, el gabinete renunció en pleno.
Frente a esta situación Ibáñez publicó una carta abierta al presidente recordándole que sólo podrÃa gobernar emitiendo decretos con su firma, ya que era el único ministro del gabinete. Pese a que era técnicamente correcto, Alessandri no soportó la extorsión, designó a Luis Barros Borgoño como Ministro del Interior, y renunció por segunda vez a la presidencia el 2 de octubre de aquel año.
Emiliano Figueroa LarraÃn (1925-1927)
El efecto de la renuncia fue la insistencia de Ibáñez a los partidos de buscar una candidatura común, tal como lo pretendÃa Alessandri. Esa elección recayó en el liberal-demócrata Emiliano Figueroa LarraÃn, que fue elegido con el 72% de los votos. Nunca fue el presidente que garantizara una salida airosa de su gobierno. Al contrario, desde temprano se vio complicado en sus relaciones con su cada vez más fuerte y popular ministro de defensa, Ibáñez. Durante estas pugnas se llevó a cabo una gran pelea entre el presidente de la Corte Suprema (Javier Ãngel Figueroa LarraÃn, hermano del presidente) e Ibáñez, por la purga del Poder Judicial chileno.
Ante estos hechos Ibáñez se las arregló para hacerse designar Ministro del Interior (que en caso de vacancia de la presidencia ejerce la vicepresidencia) en febrero de 1927, y ante una situación de hecho, a Figueroa a renunciar a la presidencia. Con el cargo, Ibáñez se hizo ratificar por medio de una elección apoyada por casi todos los sectores, en un plebiscito donde obtuvo cerca del 98% de los votos.
Carlos Ibáñez (1927-1931)
El gobierno de Carlos Ibáñez del Campo fue muy popular mientras la economÃa anduvo bien, cosa que no duró mucho tiempo. Su gobierno siempre tuvo pretensiones de ser fuerte y nacional. No le desagradaba la comparación con Mussolini y durante su perÃodo ejerció el poder con fuerza.
Se establecieron restricciones a la prensa, unos 200 polÃticos fueron relegados o expulsados (entre ellos Alessandri), se declaró la ilegalidad del Partido Comunista y se atacó violentamente al movimiento obrero. El Congreso y los partidos actuaron sumisamente ante estos hechos, y se le delegaron grandes facultades por medio de los decretos con fuerza de ley o D.F.L.. Ibáñez habÃa encontrado en su Ministro de Hacienda, Pablo RamÃrez, el apoyo que buscaba.
Uno de los acontecimientos más interesantes de la Historia de Chile se dio durante su gobierno, ya que en 1929 el general solicitó a los partidos listas de los candidatos al Congreso Nacional, con el fin de dirimir él las candidaturas, para que no hubieran elecciones. Se encerró con las listas debidamente remitidas en las Termas de Chillán, un centro de descanso, y allà eligió a los miembros de ambas cámaras del Congreso. Esta legislatura tuvo desde ahà el apelativo de Congreso Termal.
Su gobierno fue enérgico mientras contó con el apoyo económico que daba la estabilidad mundial. Gracias a esto pudo emprender grandes obras y reformas. En materia de obras públicas, se realizaron grandes canales, desagües, puentes, prisiones, puertos, la fachada sur del Palacio de La Moneda, el Palacio presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar, etcétera. En materia institucional reunió a las policÃas locales en el cuerpo de Carabineros de Chile (1927), la policÃa nacional, además de crear la Fuerza Aérea, y las empresas LAN Chile (aviación) y COSACH (salitre). En materia internacional, Chile y Perú resolvieron la pugna pendiente por las provincias de Tacna y Arica por medio del Tratado de Lima, que le otorgó la primera al Perú y la segunda a Chile, más el pago de una compensación económica.
Pese a sus logros, los intentos de derrocarlos son inevitables para cualquier dictador. Un informe secreto de miembros de la cancillerÃa chilena informó de una reunión de complotados que incluÃa a Alessandri, el coronel Marmaduke Grove y dos personas más. Esto provocó su relegación a la Isla de Pascua. En septiembre de 1930 otro intento de golpe se produjo en Concepción, pese a que fue totalmente sofocado.
Arturo Alessandri Palma (1932-1938)
La segunda presidencia de Arturo Alessandri Palma se inició bajo el objetivo de restablecer la tranquilidad.
Las Fuerzas Armadas, ya estructuradas en el Ejército, Armada y Fuerza Aérea, fueron mantenidas a raya y dentro de sus cuarteles. Se profesionalizó a la PolicÃa estableciendo una fuerza militarizada (el Cuerpo de Carabineros) y otra civil (la recién creada PolicÃa de Investigaciones) que cumplÃan diferentes especies de trabajo
En el área polÃtica, por fin se estableció con claridad un esquema tradicional, llamado en Chile de los tres tercios. Por un lado se encontraban los tradicionales partidos Conservador y Liberal, que representaban el sentir de la derecha polÃtica. Al centro se encontraba el cada vez más fuerte Partido Radical, que capitalizaba el hecho de encontrarse ante una clase media cada vez más grande. A la izquierda del espectro, y gracias principalmente a la República Socialista, se creó en 1933 el Partido Socialista de Chile (secular y marxista). A su lado se encontraba el Partido Comunista, que pese haber sufrido defecciones producto de la escisión de Trotsky de la lÃnea del comunismo soviético, se mantenÃa como un partido revolucionario y obrero.
Otros dos partidos tomaban lugar dentro de este esquema: el Partido Nacista, dirigido por Jorge González von Marées, como partido fascista con sus implicancias; y la Falange Nacional (1938) creado por social conservadores bajo el alero de las encÃclicas sociales de la Iglesia Católica, y dirigidos por un joven Eduardo Frei Montalva.
Durante su gobierno, Alessandri utilizó la fuerza con vehemencia en los casos en que la juzgó necesaria. Por tratarse de un gobierno que se encontraba ante la reconstrucción económica después de una grave crisis social, las revueltas y agitaciones no se hicieron esperar.
Con poco tino, Carabineros asesinó a más de 100 campesinos en la Masacre de Ranquil, en la provincia de CautÃn. Utilizó a su vez los estados de emergencia con más habitualidad que otros presidentes, ayudado por una fortÃsima Ley de Seguridad Interior del Estado, con el fin de reprimir desde cualquier ángulo la oposición al gobierno.
Pese a lo anterior, sus logros se centraron en la reconstrucción económica. Se establecieron impuestos proteccionistas con el fin de evitar la entrada de productos extranjeros y favorecer la industria nacional, gracias al trabajo de su Ministro de Hacienda Gustavo Ross. Se establecieron fuertes beneficios tributarios para la construcción, con el fin de fomentar obras de gran envergadura. Se construyó el Barrio CÃvico, el Estadio Nacional y otras grandes obras. Utilizando instrumentos heredados de la República Socialista, se evitó las alzas desmedidas de precios de los trabajadores urbanos. Se redujo la desmedida deuda pública evitando el pago de los intereses acumulados desde el default de 1931 y con la compra a bajo precio de los bonos que redujo la deuda en un 31%.
En 1937 se habÃa recuperado los Ãndices de producción de 1929. Se producÃa una gran cantidad de productos, se satisfacÃa gran parte de la demanda interna y se estructuró el "Gran Estado" con la creación de un Banco Central.
Ante este panorama se presentaba la elección presidencial de 1938. Por un lado, la polÃtica asumida por la Internacional Comunista promovÃa la creación de Frentes Populares en contraposición de los gobiernos fascistas, acercó a los comunistas con los socialistas y radicales, que en una convención eligió a Pedro Aguirre Cerda como candidato único de la izquierda. Por el otro lado, liberales y conservadores eligieron al hábil pero impopular Ministro de Hacienda Gustavo Ross, motejado de ministro del hambre, por sus opositores.
Un tercer e inesperado postulante apareció en los finales de la campaña: el general Ibáñez. Éste encontró apoyo dentro de socialistas renuentes a una coalición con los comunistas, y particularmente, en los nacistas de González von Marées. La pelea por la presidencia se veÃa difÃcil. Sin embargo un hecho inesperado puso de pies la campaña. Jóvenes nazis intentaron provocar un golpe de estado, atrincherándose en los edificios de la Universidad de Chile y del Seguro Obrero. Se produjo una gran masacre, conocida como del Seguro Obrero, removiendo el esquema polÃtico. Ibáñez se retiró de la campaña y llamó a votar por el Frente Popular, en contra del candidato de Alessandri, Gustavo Ross.
La elección del 25 de octubre de 1938 dio como resultado el estrecho triunfo del Frente Popular (50,2%) sobre el candidato de la alianza de derecha Ross (49,3%). Chile habÃa elegido al único gobierno de Frente Popular fuera de Europa.