La Historia
EL CONOCIMIENTO HISTÓRICO
Los recuerdos personales y colectivos, sumados a las múltiples huellas que van quedando en el camino, constituyen las materias primas de quienes se han preocupado de preservar nuestra memoria histórica. En Chile ha habido diversos personajes que han cumplido dicha tarea. Ahí están Ios centenarios hueipifes mapuches y los puricamanes andinos, que en forma oral transmitían la historia de su gente a las nuevas generaciones los cronistas del periodo colonial, que narraron todo aquello que les parecía de interés recordar; y los actuales historiadores que, provistos de un riguroso método, buscan esclarecer el pasado con el objeto de comprender mejor el presente y proyectar su legado hacia el futuro.
Los estudiosos del pasado son los historiadores y su disciplina se denomina historiografía. Ellos son los encargados de transformar el simple recuerdo de muchas personas en una narración que sea capaz de dar cuenta del camino recorrido por una comunidad, un pueblo o un país entero. Para conseguir eso, hay que leer mucho, procesar datos de gran variedad de fuentes y construir un relato fundado.
En este trabajo, los historiadores reciben la valiosa ayuda del conjunto de la Ciencias Sociales, es decir, de una serie de disciplines académicas que analiza los más diversos aspectos del devenir humano. Así por ejemplo, investigan el origen y el desarrollo de las sociedades, de las instituciones y de las ideas que las han caracterizado. Aparte de la historia están la antropología, Ia arqueología, la sociología, las ciencias políticas, la economía, la geografía, el derecho, la psicología, entre otras.
El pasado en el presente: “Cuando nos observamos a nosotros mismos en profundidad, nos sorprendemos al encontrar... numerosas huellas de nuestros antepasados: una sorprendente colección de testimonios de edades antiguas, de antiguas creencias, de viejas formas de pensar y sentir que cada cual hereda el día de su nacimiento, sin saberlo. [...] La muerte nos sigue aun estando vivos”. Lucien Febvre, “Combates por la historia”, Ed. Ariel, Barcelona, 1975, Pág. 29.
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